Un millón de personas quedan excluidas de ejercer su derecho de voto en las elecciones al Parlamento de Cataluña.

A pesar del contexto de pandemia por la Covidien-19, el próximo 14 de febrero están convocadas 5.623.962 personas con nacionalidad española a ejercer uno de los derechos fundamentales: el derecho de voto. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha dictaminado que se debe proteger el derecho de la participación política de la ciudadanía.

Desgraciadamente, 1 millón de personas, vecinos y vecinas (muchas de ellas nacidas aquí) son ignoradas por la justicia y serán excluidas de participar en las elecciones al Parlamento de Cataluña del 14-F. Ciudadanos y ciudadanas de este país que no tienen reconocido el derecho de sufragio, pero sí las mismas obligaciones que los ciudadanos y ciudadanas que están convocados a las urnas. Una anomalía en una sociedad democrática, plural y diversa que se ha ido construyendo con las aportaciones del conjunto de la población.

La participación política y el derecho de voto de este ciudadanos es una cuestión que desde diversos ámbitos de la sociedad debería abordar, porque no es normal que miles de personas que residen en Cataluña y en España no pueden participar plenamente de la vida política y elegir a sus representantes en el gobierno. Como hace tiempo no fue normal que las mujeres en el mundo o las personas negras estadounidenses vivieran esta desigualdad y no pudieran votar.

Desde el AMIC-UGT hace tiempo que lo denunciamos. Creemos que esta discriminación debilita el sistema democrático de este país y favorece el segregacionismo de una parte importante de la población.

Por todo ello pedimos:

• En el conjunto de la sociedad, continuar trabajando por la calidad democrática que garantiza derechos fundamentales a todos, un modelo de convivencia y participación en la sociedad basado en la igualdad y el reconocimiento de la diversidad cultural.

• Luchar contra el fascismo y el avance de la ultraderecha que, con su ideología del odio, criminaliza la población inmigrada, fractura la convivencia y la cohesión social. Es un virus que también se debe erradicar.

• A las fuerzas políticas que conformarán el Parlamento de Cataluña, la voluntad política para la consecución del derecho de voto de las personas extranjeras.

En esta crisis sanitaria y económica, muchos de nuestros vecinos y vecinas, compañeros y compañeras de trabajo, personas sin nacionalidad española, han estado en primera línea (personal del ámbito de la salud, de la limpieza, del campo, de servicios esenciales , etc.) de forma comprometida y, en muchos casos, de forma desinteresada, con la sociedad en la que han decidido vivir. La pandemia, sin duda, nos ha puesto a prueba a todos, tanto en el aspecto sanitario, económico, social y político. Tenemos la oportunidad de mejorar como sociedad y no dejar a nadie atrás.